La importancia del DHA para nuestro cerebro
El Alzheimer y otras formas de demencia son problemas de salud que cada vez afectan a más personas en el mundo, especialmente a partir de los 65 años. La pérdida de memoria, la dificultad para pensar con claridad y los cambios de conducta no solo impactan la vida de los pacientes, también la de sus familias.
Aunque la genética influye, la ciencia muestra que la alimentación juega un papel clave en la salud cerebral. Uno de los nutrientes más estudiados es el ácido graso omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico), presente sobre todo en pescados grasos y suplementos de aceite de pescado.
¿Qué es el DHA y por qué es importante para el cerebro?
El DHA es un tipo de omega-3 que se acumula en grandes cantidades en el cerebro. Se considera “combustible de calidad” para las neuronas porque:
- Mejora la comunicación entre las células nerviosas.
- Favorece la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad de aprender y adaptarse.
- Ayuda a reducir la inflamación y el daño oxidativo, procesos relacionados con el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas.
Omega-3 y Alzheimer: lo que dice la ciencia
Más de una docena de estudios epidemiológicos han encontrado que una baja ingesta de pescado o de omega-3 se asocia con mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Por el contrario, las personas que consumen más DHA en su dieta o que tienen niveles más altos en sangre presentan hasta un 40-50% menos riesgo de Alzheimer, según diversas investigaciones.
El DHA protege al cerebro de varias formas:
- Reduce la acumulación de beta-amiloide, una proteína tóxica relacionada con el desarrollo del Alzheimer.
- Protege contra el estrés oxidativo y la inflamación, factores que dañan las neuronas.
- Favorece la producción de factores neurotróficos, sustancias que nutren y protegen las células nerviosas.
- Cuida el corazón y los vasos sanguíneos, lo que también previene la demencia de origen vascular.
Importante: algunos estudios muestran que en personas con el gen ApoE4 (un factor de riesgo genético del Alzheimer) los beneficios del DHA pueden ser más limitados.
¿Cuánto omega-3 necesitamos?
La investigación sugiere que para estar en el grupo “protegido” se necesita consumir alrededor de 200 mg diarios de DHA, una cantidad mucho mayor a la que aporta la dieta occidental promedio.
Buenas fuentes de DHA:
- Pescados grasos como salmón, sardina, caballa, arenque y atún.
- Suplementos de aceite de pescado o de algas (opción vegana).
Recomendaciones para cuidar tu cerebro
- Incluye pescado en tu dieta al menos 2 veces por semana.
- Considera un suplemento de omega-3 de calidad probada.
- Acompaña tu alimentación con antioxidantes naturales: frutas, verduras y frutos secos.
- Mantén un estilo de vida saludable: ejercicio regular, control del estrés y buen descanso.
Conclusión
El Alzheimer no tiene cura definitiva, pero la prevención empieza en los hábitos diarios. Consumir omega-3, especialmente DHA, puede ser una de las estrategias más sencillas y efectivas para proteger el cerebro, mejorar la memoria y reducir el riesgo de demencia.
Fuente: Ácidos grasos omega-3 y demencia senil
Departments of Medicine and Neurology at University of California, Los Angeles, CA, USA; Geriatric Research, Education and Clinical Center, Greater Los Angeles Veterans Affairs Healthcare System, VA Medical Center, North Hills, CA, USA
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